Hace tiempo que tengo que hacer una reunión con las auxiliares, pero la voy posponiendo porque, mira, ¡la agenda está a tope! Además, tengo la sensación de que son una pérdida de tiempo, porque empezamos a hablar, y hablar, y todo el mundo comenta cosas y al final no concretamos nada. Conclusión: He dejado de hacerlas.
A pesar de que éste puede ser la sensación más general sobre las reuniones con el personal, llevarlas a cabo tiene mucha más importancia que la que suponemos.
Planificar la agenda de la semana. Organizar las intervenciones y asegurarse de tener el material que se necesita. Conocer las incidencias con los pacientes y acordar cómo proceder en casos similares. Revisar el funcionamiento de la semana anterior. Comentar los temas que necesitan mejorar. Saber qué piensan las auxiliares y tomar el pulso al ambiente de la clínica. Planificar las vacaciones y fiestas locales.
Realmente, adquirir el hábito de realizar reuniones periódicas con el personal sólo es cuestión de tomar dos decisiones:
- Proponérselo.
- Bloquear la agenda.
Establecer la reunión como un paciente más. Es decir, bloquear la agenda el día y hora que se establezcan. Recomendamos que sea siempre el mismo día a la misma hora (el lunes a primera hora de la mañana, por ejemplo). No hace falta más de media hora para conducir una reunión preparada.
La gestión de la reunión debe hacerse con dinamismo, tratando los puntos sin entretenerse demasiado en ellos, facilitando la palabra, pero conduciendo la reunión por la línea trazada, sin desviaciones. Y, por último, es conveniente tomar notas y anotar los puntos que no han sido resueltos en la reunión.
Con estas reuniones se consiguen varios objetivos:
- Comunicar los temas de una vez y para todos de la misma manera (no hay distintas interpretaciones).
- Planificar la agenda de modo que todo el mundo esté alineado con lo que se va a hacer.
- Poner en común y mejorar aquellos aspectos que creemos que podrían funcionar mejor. La solución, al ser participada por todos los asistentes garantiza su ejecución.
- Conocer el punto de vista de las auxiliares, sobre aquellos aspectos organizativos, de procedimiento, de gestión de la agenda, de comunicación con los pacientes, etc. que no se nos habían ocurrido.
- Y, sobre todo, crear equipo al poner en común logros, dificultades, hacer partícipes y comunicar los objetivos.
En ATEMA DENTAL estamos a tu servicio para acompañarte en este proceso, acompañarte y ayudarte a preparar y dirigir las reuniones con el personal.